Hay un momento en la vida de toda persona en que se le impone la creencia de que ya es demasiado mayor para dibujos. Dondequiera que existan. En libros, películas, series, carpetas, tiritas. Los sistemas educativos delimitan lo que es o no adecuado para cada edad y suelen relegar a los dibujos a la más tierna infancia como único estadio donde se está permitido su desarrollo y consumo. En casa, los padres hacen lo mismo.
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[fa type=»file-text»] Fuente: ABC
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: Jake Guild | Flickr