«Antes de ser detenida, la chica que declaró en la Audiencia Nacional hacía como muchas. Se montaba en el tren tapada, se cambiaba de ropa en el lavabo y se iba bien lejos para salir como le pedía el cuerpo, porque son adolescentes». Lo explica un profesor que conoció bien a esa muchacha de Terrassa que, con sólo 19 años, fue arrestada en abril por difundir propaganda de Estado Islámico para captar a otras mujeres. «De repente dejé de verla», recuerda el maestro, «y la siguiente vez que la vi iba tapada hasta las cejas. Tenía 15 o 16 años. Al ver mi cara, me dijo bromeando: ‘No te creas que llevo una bomba dentro’».
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[fa type=»file-text»] Fuente: El Mundo