Lo normal es que las aplicaciones móviles creadas para el público infantil sean honestas, bien desarrolladas, formativas, y que traten a los niños con respeto… Pero no se puede bajar la guardia. El listado que hay en el mercado es muy grande, con nuevas incorporaciones casi a diario, y es prácticamente imposible configurar una guía completa y actualizada que garantice el uso seguro del teléfono o de la tablet por parte de los menores. Los expertos advierten a los padres de que «es necesario tener herramientas para realizar un seguimiento continuo, a poder ser semanal, y si es diario, mejor que mejor, de qué apps están utilizando los niños. Y más en época estival, donde es muy probable que estén en casa bajo supervisión de personas que no tienen por qué saber qué riesgos entraña el uso del móvil».
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