Tengo una idea de negocio en busca de socios: montar un pueblo. Un pueblo con su plaza con fuente, su mercadillo y su verbena. Pero lo más importante, con sus abuelos, para mandar a los niños con ellos durante el verano. ¿Suena raro? Cosas más raras hacemos ahora en pro de la conciliación: hacer malabares con los turnos de trabajo y vacaciones de los padres, contratar mujeres desconocidas para que se queden con nuestros hijos, tenerlos en una especie de colegio-bis durante un mes…
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[fa type=»file-text»] Fuente: El País
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: Wiebrig Krakau | Unsplash