En los últimos años se han multiplicado los métodos educativos y las aplicaciones y los dispositivos llamados inteligentes que pretenden potenciar la inteligencia de nuestros hijos. Lo que no sabe la gran mayoría de la población es que esos argumentos de venta, que han sido motivo de la proliferación en el mercado de cientos y miles de métodos educativos y de productos tecnológicos que se usan tanto en las aulas como en los hogares, carecen de fundamento educativo-científico.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El País
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: First Hattiesburg | Flickr