El algoritmo. La mayor parte de las dating apps utiliza algoritmos para encontrar a la persona correcta. El que emplea Tinder se desarrolló en 2004, algunos años antes de que se creara la app, cuando Match.com encargó a la Dra. Helena Fisher, experta en neurociencia, que desarrollara un método para ayudarles a mejorar sus emparejamientos. Según la neurocientífica, el impulso sexual, el amor romántico y el apego que surge tras la convivencia serían determinantes.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El Mundo
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: Wilson Sánchez | Unsplash