La llegada del verano agrava una de las consecuencias más crueles de la precaria situación económica que vive España, la pobreza infantil. Con el fin del curso académico, miles de niños de familias desfavorecidas se ven privados del servicio del comedor y las actividades escolares y de ocio, lo que supone un menoscabo para su correcto desarrollo personal.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El Mundo
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: David Woo | Flickr