¡Cómo nos gusta estar morenos! Sin embargo, no debemos olvidar que el bronceado es una reacción de la piel ante una agresión externa y que la mayor parte de casos de cáncer de piel se deben a hábitos de exposición inadecuados durante la infancia y la juventud. Nuestra piel cambia de color cuando recibimos radiación solar, ya que un grupo de células de la piel, los melanocitos, producen más melanina para protegernos. O sea, el bronceado es un mecanismo de defensa. En el Día Europeo de la Prevención del Cáncer de Piel, recordamos a los padres que la piel tiene memoria y que todos los hábitos de protección solar que tengan los niños y jóvenes ahora se reflejarán en su vida adulta.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El País
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: Todd | Flickr