Si los seres humanos están motivados principalmente por el interés propio, como afirma la teoría económica tradicional, ¿por qué a veces realizamos actos de generosidad que no nos proporcionan ningún beneficio material? De hecho, tal comportamiento altruista a veces puede llegar a un costo personal. Entonces, ¿por qué nos gusta dar? Porque, resulta que compartir nos hace felices y porque nos sentimos felices, queremos compartir más, lo que explica por qué los psicólogos siempre encuentran que a las personas les gusta «dar» más de lo que les gusta «tener», informa Europa Press.
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[fa type=»file-text»] Fuente: La Razón
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: Bob Cotter | Flickr