La pregunta, “¿fue por cesárea o fue un parto vaginal?” se repite en cada visita, en cada esquina cuando sales a pasear con el carrito e incluso te la plantean mujeres anónimas que no te conocen de nada pero que se agachan para ver de cerca a tu criatura.
“¿Y qué más da?”. Esa es la respuesta que habría que darles. Es duro, porque parece que se juzga a una madre por la manera en que su hijo llegó al mundo.
Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El País