Cada vez es más difícil encontrar un padre que no cambie pañales o bañe a su bebé. También es común ver que se sienten tan cómodos y orgullosos con las manos en el volante de su coche como empujando un carrito. Son los padres del siglo XXI, esos presentes en los grupos de Whatsapp del colegio y que esperan en las salas de espera del pediatra, reivindicando su función como padres implicados en el cuidado de sus hijos. Sus progenitores no lo hicieron con ellos, pero precisamente por eso han iniciado un cambio. «Tendemos a darles a nuestros hijos lo que nosotros no tuvimos, tanto afectivamente como de forma material», explica Jorge Gil, psicólogo y miembro de la junta directiva de la Federación Española de Asociaciones de Terapia Familiar. La incorporación de la mujer al mundo laboral es otro de los factores que ha motivado la evolución de su rol familiar, obligando a los padres a asumir más responsabilidad. Según un estudio sobre la paternidad que ha realizado Dodot, el 84% de los padres de hoy cuida a sus hijos a diario y tres de cada cuatro considera que están más implicados de lo que estuvieron sus padres.
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