La ley ya les reconoce como víctimas directas de la violencia que sufren sus madres, pero en muchos casos siguen siendo invisibles. Poco sabemos de cómo impacta en los hijos e hijas de las víctimas de violencia machista la situación que viven en sus hogares porque, como al hijo de Raquel – a ambos los mató su padre el pasado 2 de mayo en Alcobendas (Madrid)– solo se les nombra cuando acaban siendo asesinados.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El Diario