La violencia psicológica que se ejerce sobre la pareja, es también maltrato infantil, es sin duda violencia contra los hijos.
Dado que el maltrato psicológico se caracteriza por ser mucho menos visible y detectable que el maltrato físico, los hijos que crecen en una familia donde esto ocurre, lo aprenden e internalizan como la forma normal de relacionarse. Son víctimas desde una doble vía: aprenden una forma patológica de relacionarse con los otros y además padecen las secuelas del maltrato de la misma manera que la persona maltratada.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El País