«Está mejor conmigo y yo, mejor con él. Quería disfrutar estos primeros años acompañándolo en el crecimiento y en la educación». Habla Carlos, un informático que decidió quedarse en casa a cuidar de su pequeño, Lucas, mientras su pareja, Beatriz, se reincorporaba a la jornada laboral matinal tras un año de excedencia. La crianza en casa gana adeptos y en algún caso hasta se invierten los papeles tradicionales. «Eres el tío más feminista que conozco, un ejemplo de igualdad», cuenta Carlos que le piropeó una amiga.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El Periódico
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: Jessie Pearl