Penoso. Lamentable. Vergonzoso. La lista de adjetivos peyorativos para describir lo que pasó ayer en Mallorca podría ser infinita. Otra vez la lacra de la violencia en los campos de fútbol hizo acto de presencia y, para más inri, fue en un partido de infantiles. Una dura entrada de un niño acabó en una batalla campal entre los padres de los futbolistas y con el encuentro suspendido.
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[fa type=»file-text»] Fuente: La Vanguardia
[fa type=»camera”] Fuente de la imagen: Twitter | rcdmlive