Los suecos llevan décadas experimentando políticas para reducir la brecha de género. Tienen un Gobierno feminista y el esfuerzo por la equidad se extiende por escuelas, casas y oficinas. Pero el país nórdico encierra una paradoja: presenta una de las mayores tasas de violencia machista de la Unión Europea.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El País Semanal