Los adolescentes inteligentes pueden ser menos propensos a fumar, pero tienden más a beber alcohol y consumir cannabis, que sus pares menos dotados académicamente, sugiere la investigación publicada en la revista digital «BMJ Open». Estos patrones persisten en la edad adulta y parecen refutar la noción de que la destreza académica está asociada con una mayor tendencia a «experimentar» durante un breve periodo, según los autores.
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[fa type=»file-text»] Fuente: ABC