Mediaset ha conseguido finalmente poner en la parrilla su reality sobre acoso escolar. El primer capítulo se emitió el pasado martes con un formato modificado que no permite identificar a ninguno de los agentes, ni a la víctima, ni a su familia, ni a los compañeros del colegio. Las voces de los menores están distorsionadas y también sus caras, aunque se ha mantenido el eje en torno al que gira toda la producción televisiva: la grabación a través de una cámara oculta en la mochila de los episodios de acoso que vive el protagonista de cada capítulo.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El Diario