Los estadounidenses lo llaman buying spree, juerga o frenesí por la compra, y en español se le conoce con el nombre de etimología griega oniomanía o locura por el consumo. La compra compulsiva se empezó a estudiar en Estados Unidos (EE UU) en la década de los ochenta y en España unos años más tarde a partir de la publicación de un caso de un psiquiatra burgalés en The British Journal of Psychiatry. Los niveles de los dos neurotransmisores implicados: la serotonina, que genera bienestar, y especialmente la dopamina, que causa una elevada sensación de recompensa, están descendidas en estos pacientes, mayoritariamente mujeres.
Leer más [fa type=»long-arrow-right»]
[fa type=»file-text»] Fuente: El País