La pobreza de las familias con menos recursos económicos y menor nivel educativo impacta en el funcionamiento del cerebro de los bebés, con un funcionamiento más inmaduro y una menor capacidad para detectar errores, según un estudio liderado por la Universidad de Granada (UGR).
En la investigación participaron un total de 88 bebés de 16 meses, quienes debían observar cómo se completaban una serie de puzzles simples con los que previamente habían sido familiarizados, ha informado hoy la universidad.
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[fa type=»file-text»] Fuente: La Vanguardia