¿Por qué, si es tan patente que los menores de edad están muy presentes en el negocio de explotación, a duras penas forman parte de las estadísticas o de los planes de lucha y protección frente a la trata? La pregunta resume «la dificultad de aproximarse a un tema tan complejo y a una realidad tan dolorosa» como la trata de niños para la explotación sexual o laboral. Unicef ha intentado ofrecer esta perspectiva de infancia en su último informe, en el que revela que España ya no sólo es país de origen, tránsito y destino para las víctimas, sino que también menores españolas empiezan a ser captadas por estas mafias.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El Mundo