Basta con que el varón pronuncie tres veces «talaq» para deshacer el matrimonio. El repudio oral, en vigor desde los tiempos del profeta Mahoma, es el nuevo campo de batalla en Egipto. Con las cifras de divorcios en plena escalada, la cruzada del presidente Abdelfatah al Sisi por anular la práctica y reducir las estadísticas se ha topado con un inesperado enemigo, los ulemas de Al Azhar, la institución más prestigiosa del islam suní.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El Mundo