Unos padres extremeños tienen hasta cinco veces menos acceso a la custodia compartida en un proceso judicial que otros catalanes. La cartografía española de la guarda y custodia muestra a día de hoy una frontera evidente: la que separa a aquellas Comunidades Autónomas con ley propia sobre relaciones familiares postdivorcio de las que se rigen por el derecho común.
Desde que la figura de la custodia compartida —que en realidad es residencia alterna con ambos progenitores y no siempre al 50%— entró en el código civil español, en el año 2005, su uso ha ido en aumento de manera continuada. Aquel año la estadística oficial hablaba de un 2% de padres con la guarda compartida. En 2015, ya son una de cada cuatro parejas divorciadas las que establecen crianza alterna, según los últimos datos del INE
Leer más [fa type=»long-arrow-right»]