Los expertos llevan años alertando de las consecuencias de los cambios demográficos españoles, unos cambios que comenzaron allá por los setenta y que se afianzaron claramente en los noventa con la caída brusca de la natalidad, mientras se ganaban años de vida en la vejez. Pero la llegada masiva de inmigrantes en el año 2000, más jóvenes y con hijos, tranquilizó el espíritu de los gobernantes, que siguieron tomando decisiones al margen de los vaticinios de los demógrafos. ¿Para qué?
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[fa type=»file-text»] Fuente: La Vanguardia
[fa type=»camera”] Fuente de la imagen: INE