«Nos dimos cuenta de que cada vez se acercaba más a la pantalla del ordenador o de la tableta, así que hemos decidido traerla para hacerle una revisión de la vista». Los Xi, una pareja joven de Shanghái, esperan con preocupación a que una de las especialistas del Hospital Oftalmológico de Shanghái concluya las pruebas que la pequeña, de cuatro años y medio, está realizando en diferentes salas del centro. «Evidentemente, tiene miopía. No es demasiado alta todavía, pero va a requerir gafas para corregirla», anuncia la oftalmóloga. No parece nada grave, pero los médicos, e incluso el propio Gobierno chino, están preocupados.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El País