Magdalena Mora y Tomás Arrabal llevan un año escaso de casados. Antes habían sido novios durante mucho tiempo, fueron pareja de hecho luego y decidieron contraer matrimonio. Tienen 40 y 41 años y son una de las parejas que se conocieron en la Fundación Carmen Pardo-Valcarce, donde trabajan y se desarrollan cientos de personas con discapacidad intelectual, y que han pasado por el altar y/o la notaría por una razón única: el amor. Con una sobriedad enorme, Magdalena confiesa: «Nos tratan como a niños. Tengo una discapacidad intelectual, pero claro que sé si quiero o no casarme».
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[fa type=»file-text»] Fuente: ABC