La ilusión no se concentra en el número de regalos. Los pequeños anhelan más si cabe el instante de abrir los paquetes. No hace falta que el salón esté repleto de ellos para hacerles felices, basta con tener los justos y necesarios para que realmente disfruten;basta con regalarles algo que realmente deseen con todas sus fuerzas, como tiempo para jugar en familia. Aunque suene extraño, los niños disfrutan más jugando con sus padres y hermanos que solos con sus maquinitas o tabletas. ¿Cuál será el mejor regalo que pueden traerles sus majestades, Melchor, Gaspar y Baltasar?
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[fa type=»file-text»] Fuente: El Mundo
[fa type=»camera”] Autor de la imagen: Jacqueline Torres López