Un instituto de Coslada recibe un premio por un proyecto de enseñanza en el que colaboran jubilados
“Eso es una lechuga, aún pequeña, pero ahora os voy a enseñar cómo se planta, que tiene su truco”. El que habla es Ramón y no es agricultor de profesión. Es un septuagenario que nació en una sastrería. Tampoco es agricultor Julián; antes de jubilarse era informático, pero también forma parte del huerto urbano de “los tomatines”, un proyecto que empezó en el instituto Miguel Catalán de Coslada hace tres años. Iniciativas entre generaciones como estas son más que extraescolares para el centro. Todas las asignaturas tienen reflejo en alguna actividad de “participación y servicio”. Hoy tocaba Química. Esta iniciativa, bautizada Generación Inter, ha merecido el Premio Aprendizaje y Servicio, en la categoría de Secundaria y Bachillerato, apadrinado por Edebé.
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