Para un niño, cualquier espacio público se puede convertir en un campo de fútbol. Los adultos se reservan una forma de suspender los partidos en plena calle con una de las consignas más aguafiestas que existen: prohibido jugar a la pelota. En Alcalá de Henares (Madrid, 198.000 habitantes), el gobierno tripartito de PSOE, Somos e Izquierda Unida va a retirar todas las placas con ese mensaje y las va sustituir por otras con el lema “juega respetando”.
La propuesta parte de los propios niños y adolescentes de la ciudad madrileña. Cada colegio e instituto cuenta con representantes de entre nueve y diecisiete años que intervienen en las Comisiones de Participación Infantil, que se celebran cada dos semanas en las juntas de distrito. En esos foros, los niños realizan sus propuestas, que son transmitidas al equipo de gobierno a través del Consejo de la Infancia. Los niños incluso ocupan físicamente el lugar de los concejales en el Salón de Plenos para transmitir sus ideas.
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