Actualmente, las etapas de la vida son mucho más flexibles: la infancia se abrevia y la adolescencia, con la inmadurez que conlleva, se alarga más de la cuenta. Algunos jóvenes no quieren pasar a la siguiente etapa, la independencia de los padres.No hablamos de los hijos que han de volver a casa por motivos económicos, sino de los adolescentes eternos, hijos que no desean marcharse de casa porque obtienen todo lo que necesitan sin esfuerzo alguno.
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[fa type=»file-text»] Fuente: El Mundo