«Que no se la jueguen…» (juegos de azar online y confinamiento)
Desde el decreto del Estado de Alarma y el inicio del confinamiento por la pandemia COVID-19 todas las personas tratamos de seguir muchas de las recomendaciones que nos llegan por distintos medios, tratando de sobrellevar cada día para hacerlo todo más llevadero…
La variedad de propuestas e ideas interesantes online a prueba de todos los gustos e intereses, para nuestros adolescentes y jóvenes es infinita.
¡Es la parte positiva de las nuevas tecnologías!, nos abren “un mundo de posibilidades”, nos acercan, nos ayudan a comunicarnos, relacionarnos virtualmente, aprender, conocer, viajar…
Sin embargo, puede que esa inmensa disponibilidad virtual haga que adolescentes y jóvenes pasen gran parte del día en su “espacio”, su habitación, relacionándose con sus amigo/as online y solo, de cuando en cuando, salgan de “su mundo virtual” y se les vea por casa…
En este tiempo “excepcional” han tenido que readaptarse al entorno del hogar y la familia, establecer sus propias rutinas y hábitos durante esta cuarentena y entre ellas, buscar cómo aprovechar el tiempo usando otras formas de ocio y otras maneras de entretenerse.
La vida diaria se ha vuelto más online que nunca para todas las personas y, en especial para los más jóvenes, lo que en muchos casos ha derivado en un incremento del uso de los videojuegos, pero también en un aumento de otra realidad, la de los juegos de azar online (apuestas, póker, ruletas o slots…entre otras)
Hoy desde el Servicio PAD queremos alertar y prevenir, la posibilidad de iniciar conductas de riesgo, problemas o adicciones que, que en estos días pueden propagarse… Resulta fácil que los más jóvenes se decanten por el uso de las nuevas tecnologías en vez de otras actividades offline y la realidad es que se en este confinamiento se ha evidenciado un auge del juego online.
Esta modalidad de juego de azar está al alcance de todos, su accesibilidad es un factor de riesgo… sobre todo para las personas adolescentes y jóvenes que son espacialmente vulnerables. Esta vulnerabilidad frente al juego radica en que su cerebro, está aún en pleno desarrollo madurativo, lo que afecta a su toma de decisiones y capacidad de control, ambas aún en proceso de desarrollo, lo que entraña un gran riesgo frente la exposición a los juegos online.
Durante la adolescencia se tiene una percepción de riesgo menor y se tiende a asociar juego con diversión. Si a ello se le añade una posible recompensa en formato dinero, se aumenta la tendencia a realizar y repetir la conducta, con los riesgos que supone para los jóvenes cerebros.
Factores como el aburrimiento, la apatía, la incertidumbre, la ansiedad, la falta de alternativas de ocio offline en casa, son otros de los «motores» que empujan a estas posibles conductas.
La proliferación de locales de ocio, en los últimos años, ha facilitado que muchas personas jóvenes se iniciaran en los juegos de azar. El confinamiento ha trasladado esta práctica a las apps y webs de juego online, para las que no existen ni horarios ni edades…lo que las hace doblemente peligrosas.
Otro “anzuelo” que acecha a nuestros jóvenes, muy potente y responsable de incitar a la búsqueda de diversión, suerte, probar…es sin duda el gancho y reclamo de la publicidad del juego online, meditada, estudiada y con un público claro al que dirigirse, los más vulnerables. Nuestros adolescentes y jóvenes viven bajo una sobreexposición al bombardeo continuo de este tipo de publicidad, lo que tiene una gran influencia en su percepción “inocua” del juego de azar.
Nace como una conducta “silenciosa”, en ocasiones “imperceptible” por las familias, el adolescente no molesta, no da ruido, está en casa y no da problemas… Pero en el silencio de su cuarto, se rodea de multipantallas y dispone de herramientas, como el móvil, la tablet, el portátil, con un atractivo “escaparate virtual” que forma parte ya de su vida, haciendo de trampolín al mundo online, con un amplio abanico, tanto de videojuegos como de juegos en los que el dinero, la recompensa económica, es un factor determinante.
Como sucede con otras adicciones, lo que ocurre es que adolescentes y jóvenes, ante emociones o situaciones negativas buscan como compensarlas de forma rápida y fácil, y en esas etapas en las que aún necesitan desarrollar nuevas habilidades, autocontrol, y en definitiva madurez, encuentran en algunas conductas de riesgo como el consumo de drogas o el juego de azar, un lugar donde refugiarse a modo de válvula de escape evitando así la necesidad de enfrentarse y buscar una solución, tomar una decisión, o resolver, etc.
Ante esta realidad, la mejor “arma” es sin duda la prevención…
Desde el Servicio PAD, conscientes de los riesgos, peligros y trampas que rodean el juego online, pediros la máxima anticipación y facilitaros algunas recomendaciones preventivas:
- Poned el foco de atención en el posible abuso de vuestros hijo/as al que pueden acceder a través de los diferentes dispositivos, para tratar de protegerles y ayudarles.
- Apoyad la variedad de actividades en el ocio de vuestros hijo/as, buscando el equilibrio entre el mundo online y offline, favoreced las no virtuales fomentando el contacto social y familiar.
- Potenciad la comunicación sobre todo cuando tenga momentos difíciles, evitando así la el riesgo o necesidad de llevar a cabo conductas problemáticas para compensar.
- Actuad de modelo potenciando un uso adecuado y responsable de las TIC, involucrando a vuestros/as hijo/as en su uso y concienciándoles de los riesgos del juego online.
Recordad… la mejor apuesta como familia en este tiempo de confinamiento y siempre, es prevenir «que no se la jueguen».
Y recuerda, si no puedes hacerlo solo o sola, en Servicio PAD, prevenimos y tratamos las adicciones en adolescentes y jóvenes del consumo de alcohol y/u otras drogas, del uso abusivo de la tecnología o con riesgos o problemas asociados al juego de azar.
¡Llámanos! 699 480 480
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Rocío Rísquez Delgado – Coordinadora del Equipo de Educación Social PAD
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