Antesala de Babel: Ser y no ser, una vida dedicada a la traducción de Shakespeare
El pasado miércoles 30 de noviembre, los profesores Vicente Forés y José Saiz nos mostraron, en un espléndido encuentro sobre traducción teatral, la ingente labor que el Instituto Shakespeare ha llevado a cabo desde sus orígenes con una meta precisa: la traducción integral del teatro shakespeareano en edición bilingüe inglés-español.
Los traductores del Instituto Shakespeare han desarrollado su tarea desde una serie de principios básicos: el trabajo en grupo, la lección que ofrecen las traducciones españolas de Shakespeare a lo largo de la historia y el análisis textual, así como la importancia del acto escénico en el texto traducido, sin descuidar la dimensión comunicativa y dramática esencial del verso.
El trabajo en equipo implica, por un lado, incorporar el debate al proceso traslativo, un mecanismo que se aleja de una visión tradicional: la del traductor solitario. Y por, otro, un análisis colectivo del ingente el aparato crítico que caracteriza a ediciones anteriores, así como una clasificación de las diferentes lecciones aportadas por otros traductores, de estudio obligado en una edición contemporánea de Shakespeare.
La fijación textual es uno de los principales desafíos del Instituto. La desaparición de los manuscritos originales en el incendio del Globe Theatre ha complicado considerablemente la transmisión del teatro shakespeareano. El rigor del método utilizado por los traductores del grupo en este proceso, que equipara su trabajo con el de los editores ingleses más exigentes, pasa por el manejo y elaboración de corpus estadísticos sobre textualidad, traducción y representación, concordancias y ediciones integrales de la obra shakespeareana. Destacaremos aquí la investigación en módulos multimedia desarrollada a lo largo de los últimos años, que combina con éxito teatro, traducción, docencia y método colaborativo.
Vicente Forés y José Saiz amenizaron esta compleja intervención con variopintas anécdotas sobre montajes clásicos y contemporáneos, muestra clara de que la investigación textual presente en su trabajo no deja de lado otro factor primordial en la traducción teatral: la realidad del momento escénico.
José Luis Aja Sánchez
¿Se puede seguir traduciendo a Shakespeare? ¿Cuánto engloba su mundo? ¿Qué dificultades podemos encontrar? Estas son solo algunas de las preguntas que contestaron Vicente Forés y José Saiz en la última entrega de la Antesala de Babel titulada «Ser y no ser: Shakespeare más allá de Hamlet». Desde el mismo inicio de la conferencia, en el que los ponentes nos explicaban la razón de la «y» del título, pudimos comprender el enfoque tan diferente que proponían. Nuestros invitados, iban más allá del texto original, buscando la intención y el sentido de aquella época y cuestionando las adaptaciones y correcciones que se habían hecho durante los años posteriores. Pudimos ver desde dentro el trabajo de investigación, documentación y análisis necesario para poder efectuar una traducción de calidad y los problemas que surgen a raíz del propio texto y sus adaptaciones. Para que pudiéramos comprender mejor a qué se referían nos propusieron un pequeño ejercicio a partir de una palabra: prenzi. Es curioso considerar que, a pesar de la época en la que nos encontramos, llena de información y conocimiento, todavía podamos encontrarnos con palabras como estas que nos recuerdan que Shakespeare aún es —y seguirá siendo— un gran misterio para nosotros. Una palabra de la que no se conoce el significado y que ha vuelto locos a unos cuantos a la hora de traducir. Los ponentes se dirigieron a nosotros para pedir nuevas opiniones acerca de las traducciones que se habían hecho y, juntos intentamos solucionar el problema. Aunque, al final, el taller fue demasiado corto y nos quedamos con ganas de más, conseguimos adaptarnos al tiempo propuesto. En el fondo, aprendimos que la traducción de estas obras podría considerarse casi casi como un sueño. Un sueño de una tarde de invierno.
Elisa Torre y Paloma Benlloch