Turquía abandonaba el 28 de febrero el control de su frontera con Grecia. La decisión turca de romper el acuerdo alcanzado entre los estados miembros de la UE y Turquía en marzo de 2016 tiene un doble intención: que la UE destine más dinero al mantenimiento de los refugiados en Turquía (algo previsto en el acuerdo o “declaración” de 2016), y que la UE apoye a Turquía en su campaña militar en Siria. No cabe duda que, cualquiera que sea la situación, es aberrante utilizar a las personas en situación de máxima vulnerabilidad para alcanzar fines políticos o estratégicos.
Grecia
La sociedad civil y la defensa de los Derechos Humanos. Por María José Castaño.
El pasado 10 de agosto, 12 ONGs griegas enviaron una carta a la Comisión Europea señalando la necesidad de que el órgano ejecutivo de la UE asuma su responsabilidad por las condiciones inhumanas -1 baño para cada 50 personas, una hora de electricidad durante la noche, ausencia de agua potable, denuncias continuas de abusos sexuales y violencia de género o la falta de atención médica- en las que viven las personas alojadas en de uno de los Centros de Recepción e Identificación puesto en marcha por la Unión Europea en la isla griega de Chios. Estos centros, conocidos como hotspots, fueron adoptados como una medida provisional en septiembre de 2015 para dar respuesta a la situación de emergencia existente en Grecia e Italia ante la creciente llegada de solicitantes de asilo. Tras 3 años funcionando, estos operativos de identificación, registro, toma de huellas dactilares y entrevistas a solicitantes de asilo continúan en macha en las islas del mar Egeo funcionando muy por encima de su capacidad (6.438 plazas) con 16.068 ocupantes.