Cuando en los procesos migratorios no existen suficientes vías para realizar una migración segura y regulada, se generan en paralelo mecanismos alternativos que trafican con la vida de las personas. En esta circunstancia la indefensión es mayor para los colectivos más vulnerables. En algunos lugares, como en la ruta centroamericana a Estados Unidos, siete de cada diez mujeres migrantes sufren abusos sexuales, y nueve de cada diez acoso sexual. Esta misma situación, ocurre en nuestra frontera sur española. El IUEM da cuenta de este escenario al recopilar en España datos para el informe de derechos humanos elaborado anualmente por la Agencia Europea de Derechos Humanos. Esta situación afecta de forma especial al colectivo migrante en todo el mundo.