Hace un año… Por Resu Vicente

Justo hace un año fue cuando realicé las entrevistas para formar parte del equipo de la Delegación Diocesana de Migraciones gracias a la Cátedra de Refugiados y Migrantes Forzosos del Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones  de la Universidad Pontificia de Comillas.

A lo largo de estos doce meses he pasado por un periodo de reto y adaptación a una situación completamente nueva, no solo en el ámbito laboral, sino en el personal. La preparación para mi llegada a Nador se basó en una balanza donde a un lado me encontraba con pensamientos negativos: “¿pero qué necesidad tienes de ir allí?” y al otro positivos: “¡qué bien poder comenzar mi vida laboral de esta manera!” Menos mal que el peso de los pensamientos positivos siempre fue mayor que los negativos.

Al llegar me encontré con una ciudad distinta, una cultura distinta y un contexto de trabajo diferente al que jamás me había encontrado antes. Y no puedo estar más agradecida. Al principio, cuando te encuentras ante una situación así, te da miedo no encajar o no hacer bien tu trabajo, o incluso te planteas la posibilidad que aquello que tienes que hacer, que supuestamente te encanta, al final no sea así. En mi caso, desde el primer momento tuve claro que todo era tal y como imaginaba: el trabajo, el ambiente, los compañeros…

También he vivido una transformación en mí misma durante estos casi 8 meses: te das cuenta de que las cosas que creías importantes o que eran tu prioridad ya no lo son y la dureza de la realidad te cae como un jarro de agua fría. También es curioso cómo se percibe el tiempo, y es que algo que pasó hace una semana parece que fuera hace un mes, pasan tantas cosas a un ritmo tan rápido que no te da tiempo a asimilar toda la información.

Mientras yo cambiaba también he visto cambiar a la propia DDM: proyectos nuevos, equipos nuevos, gente que llega, gente que se va…Aquí todo cambia en cuestión de días. La DDM es como la energía: está siempre en continua transformación.

Aunque este es mi último post para el blog, todavía me quedan varios meses por delante para poner fin a este periodo de prácticas, así que espero que los días venideros continúen como los días pasados: aprendiendo, mejorando y viviendo.

Finalmente, me gustaría aprovechar este espacio para agradecer una vez más al IUEM, a Cecilia, a Luca y a Alvar por la oportunidad que se me brindó. Y por supuesto a todo el equipo de la DDM Nador -que me han hecho sentir como una más desde el primer día- y al equipo de voluntarios  -que hacen un trabajo encomiable día tras día sin esperar nada a cambio-.

Sentirte como en casa sin estar con tu familia no es fácil, y aquí ha sido así desde el minuto uno.

Gracias.

Resu Vicente es Beca en contrato en Prácticas de la Cátedra de Refugiados y Migrantes Forzosos de la Universidad Pontificia Comillas en Nador.

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