A un mes de terminar el período de prácticas de la Cátedra tomo consciencia de lo mucho que he podido crecer como persona gracias a este período de tiempo. Si pensaba que ya me había hecho una idea algo acertada de cómo podría ser mi futuro profesional o de lo qué podía ofrecer desde mis capacidades, puedo afirmar que uno no deja de sorprenderse cada día o cada semana de la dirección que pueden tomar los acontecimientos.
Mi tiempo en Entreculturas me ha dotado de mayor fuerza, de la tan famosa resiliencia de la que hablan tanto hoy en día. Compartir con los miembros de mi equipo ha sido la guía fundamental durante estos meses: todo lo que me han enseñado, su disposición y escucha continua y el trabajo conjunto.
Lo que suelo escuchar entre las personas que conozco sean amigos o compañeros, es el cansancio o la desilusión por el trabajo que desempeñan. Ello me llevaba a pensar, cuán importante es trabajar en aquello que uno cree, admira y respeta. Yo he encontrado un sector de trabajo en el que creo, y en él, personas a las que admiro y respeto.
En la vida siempre hay fallas, (muestra de la imperfección humana que es tan natural como verdadera) y en los sectores de trabajo no siempre es todo perfecto, eso sería altamente extraño. Me refiero a esta idea por las críticas que he podido escuchar en ambientes varios hacia el sector de la cooperación internacional y es que las diversas agendas políticas y económicas pueden hacer ver tergiversado el sentido real del trabajo de un cooperante.
Aun así, si al final del día, lo que resuena es lo bueno, entonces ahí sí es. Y eso es lo que he podido comprender y observar desde el trabajo del día a día en Entreculturas. He sentido su confianza en formar a una persona para que desempeñara de la mejor manera posible su trabajo, me han ofrecido y mostrado herramientas para entender la creación de proyectos de cooperación y su gestión, he aprendido del trabajo colaborativo y de diálogo desde el respeto, he comprendido las estructuras claves del trabajo compartido entre un grupo de personas de diversas culturas.
Entreculturas me ha enseñado a tener voluntad, a preguntarme hasta dónde puedo llegar y a abrazar el esfuerzo. Animo a todas las personas a tener en cuenta esta oportunidad, muy capacitante y sobre todo inmensamente humana.
Qué puedo decir más que, ¡Gracias!
Isabel Porras es Máster en Cooperación Internacional al desarrollo y contrato en Prácticas de la Cátedra de Refugiados y Migrantes Forzosos INDITEX 2021-22.