Después de casi 9 meses no tengo ninguna duda del alto impacto que tienen estos programas sobre los alumnos recién salidos al mercado laboral.
Desde el primer momento que entré en la sede de Entreculturas noté un aura diferente, un sentimiento de pertenencia, de confianza, de que no éramos unos simples “becarios”, como sucede normalmente. Gracias a este ambiente favorable me ha permitido crecer de manera agigantada para poder ser un profesional en la cooperación internacional.
No solamente ha sido una experiencia profesional, sino también vital. He tenido la oportunidad de conocer a grandes amigos, compañeros, aprender de experiencias personales de otros en terreno, anécdotas del día a día, reuniones con los socios en los países de origen… Y, sobre todo reafirmarme personalmente a lo que me quiero dedicar en el futuro.
Como ya he contado en los anteriores blogs, hace un par de años decidí dar una vuelta a mi vida: abandoné el sector de la consultoría bancaria y decidí apostar por el sector social, aquel que realmente me apasionaba. Después de cursar el máster de cooperación internacional y realizar varias experiencias profesionales, estas prácticas en Entreculturas me han permitido consolidarme profesionalmente en este sector. Y es así, porque voy a continuar trabajando para Entreculturas proporcionando apoyo en el departamento de evaluación y calidad, otro indicador real de la calidad de estos programas: promover la inserción laboral de las personas jóvenes.
Por ello, nuevamente me gustaría agradecer a la Catedra de Refugiados y Migrantes Forzosos de la Universidad Pontificia de Comillas, por haberme dado la oportunidad de poder experimentar esta aventura profesional y vital.
También, a todos mis compañeros y compañeras del departamento de cooperación internacional tanto de mi equipo de Asia y África, como del equipo hermano de “América latina” por acogerme de esta forma y por recibir tanto apoyo en cualquier tarea diría (Soy muy muy pesado).
Por último, me gustaría terminar mis entradas a los blogs animando a todos y todas los alumnos/as en aplicar a estas prácticas. De verdad, son una oportunidad maravillosa para poder acceder a este sector, a veces un poco precario, y, al mismo tiempo de que os nutráis de aprendizajes vitales.
Javier Izquierdo es parte de las experiencias de la Cátedra de Refugiados y Migrantes Forzosos del IUEM.