La beca de formación que ofrece la universidad junto con Entreculturas es para mi una gran oportunidad de continuar formándome en aquello que realmente me apasiona y de además, adentrarme en una fundación en la que llevo tiempo con ganas de conocer y poder formar parte de ella.
Conozco Entreculturas desde que el curso pasado me apunté a VOLPA, el voluntariado internacional Pedro Arrupe. Desde ese momento supe que se trataba de una organización con la que me identificaba y con la que compartía valores y forma de ver el mundo.
Después de aplicar para realizar las prácticas del máster de Cooperación Internacional al Desarrollo en dicha fundación y no haber sido seleccionada, considero que el hecho de que se haya dado esta oportunidad con la beca de formación es un auténtico regalo, ya que en vez de tres meses (que es lo que son las prácticas del máster), son nueve.
Nueve meses en los que podré aprender de grandes profesionales, en los que haré todo lo posible por empaparme de conocimiento, de ver en el trabajo del día a día lo que aprendí en las clases del máster.
Llevo 2 meses en el departamento de América Latina y Caribe y he podido ver diferentes tareas que se llevan a cabo en sede, poniendo en práctica lo que sabía pero sobre todo aprendiendo a la hora de formular un proyecto, una modificación sustancial o revisando facturas para un informe final. Aunque es cierto que he ido aprendiendo al hacer tareas como las que he mencionado, valoro mucho la posibilidad de ir a la oficina aún en la situación en la que estamos donde todavía hay ciertas restricciones, ya que en el trato diario con las compañeras y compañeros estoy aprendiendo muchísimo.
Por otro lado, la cantidad de proyectos que lleva a cabo Entreculturas junto con Fe y Alegría y JRS (los principales socios locales en los países donde se trabaja), me permiten conocer diferentes realidades y acercarme a la situación que están viviendo miles de personas. No deja de llamarme la atención el gran impacto que ha tenido la pandemia del covid-19 tanto en los proyectos que ya se estaban llevando a cabo o que iban a empezar los primeros meses de este año, como en los que se han formulado después de que la pandemia llegara a nuestras vidas.
La necesidad de adaptación y reformulación de muchas de las cuestiones que ya teníamos en mente es enorme y deja de manifiesto la necesidad de poner constantemente la mirada en la realidad que viven las personas para quienes se lleva a cabo cada proyecto.
La situación actual es un gran desafío que tenemos por delante y desde la cooperación hay muchos retos que afrontar y con los que estoy segura de que podemos crecer y salir reforzados. Considero que ante cada problema nuestro objetivo debe ser aportar soluciones y conseguir las oportunidades de crecimiento que el problema nos pone delante. Así que, por mi parte, continúo muy ilusionada y con mucha fuerza para dar lo mejor de mi en Entreculturas y en todas las oportunidades que vengan por delante!
Un abrazo, seguimos!!
“La diferencia entre darlo todo y casi todo es infinita” – Marc Vilarassau SJ
Valeria Mugarra es parte de las experiencias de la Cátedra de Refugiados y Migrantes Forzosos del IUEM.