Mi beca en Bruselas con el Servicio Jesuita a Refugiados (SJR) Europa ya va por más de la mitad.
¿El balance hasta ahora?
Muchas cosas han pasado en estos meses: se han puesto en marcha nuevos proyectos, he participado en muchas reuniones y he tenido la oportunidad de viajar a Barcelona y encontrar buena parte del equipo europeo del SJR.
Siempre valoro positivamente los encuentros con nuevas personas, ya sea en reuniones del SJR, congresos a nivel europeo o en los talleres de comunicación organizados por el Parlamento. Cada uno de ellos es una buena oportunidad para aprender más sobre un tema en concreto o sobre el trabajo de otra organización. En general, una de las partes que me resulta más interesante es el espacio para compartir buenas prácticas y experiencias directas. En el contexto de las oficinas nacionales del SJR en Europa, es apasionante escuchar las distintas realidades a las que los equipos se enfrentan al trabajar para y con los refugiados. Estos espacios se dan por ejemplo en ocasión de la Taskforce de Incidencia y Comunicación y las dos reuniones con los directores del SJR en Europa. De hecho, a pesar de vivir en la misma Unión Europea, la situación política y socio-cultural varía mucho en función del exacto país europeo en el que se trabaja, lo que comporta la necesidad de cumplir la misión a través de una labor heterogénea para el SJR en Europa.
Hoy en día lo que lamentablemente une Europa es un discurso populista xenófobo y anti-inmigración, en aumento sobre todo en algunos países de la Unión (como es evidente en Hungría e Italia) de cara a las próximas elecciones europeas (23-26 de mayo). Para contrarrestarlo, el SJR Europa lanzó en abril la campaña The Power of Vote, un lema que pide a los ciudadanos de la Unión Europea usar su propio poder de voto e ir a votar por una Europa de protección, libertad, dignidad, solidaridad & igualdad para todas las personas: locales, refugiadas, solicitantes de asilo y migrantes.
La campaña ha sido posible gracias a la sinergia entre la unidad de incidencia y comunicación. El trabajo conjunto permitió desarrollar materiales atractivos y de simple comprensión, con un contenido solido que presenta no solo una denuncia a la actual situación de las políticas y realidades europeas, sino ofrece también soluciones concretas para regenerar los valores de Europa. Mucha gente, de hecho, desconoce la realidad a la que muchos inmigrantes están sujetos en Europa: violación de derechos humanos, exclusión social, internamiento de menores en procedimiento de asilo. Estos son solo algunos ejemplos del por qué es importante votar dentro de tres semanas: para cambiar las políticas de asilo y mejorarlas, para construir una grande sociedad multicultural de tolerancia e integración de toda persona.
Se habló de integración también en ocasión de la última Reunión Anual General del SJR en Europa (Annual General Meeting 2019) que este año tuvo lugar en Barcelona. Aquí, las visitas a proyectos de Migra Studium, Fundació Salut Alta y Fundació La Vinya fueron esenciales para vivir desde más cerca las dificultades a las que algunos barrios en las afueras de una metrópolis como Barcelona tienen que enfrentarse diariamente. Asimismo, cabe destacar la necesidad de trabajar para construir y/o fortalecer una comunidad de vecinos para mejorar la calidad de vida del mismo barrio y trabajar hacia la solidaridad o la diversidad como riqueza y no como razón de conflicto.
Por otro lado, estoy colaborando con mis compañeras de Programas para seguir y consolidar un proyecto de educación, pensamiento crítico y acción social con adolescentes en 8 países europeos. Sin duda, el conocimiento del contexto migratorio y el encuentro directo con solicitantes de asilo y refugiados pueden ser buenos catalizadores para actuar a favor de un cambio social tan necesario para la generación futura. Por el momento este proyecto es un “trabajo en curso” que nos mantiene ocupados entre varias reuniones con los varios stakeholders y la agencia de comunicación que nos ayuda a desarrollar el concepto visual.
Por tanto, ¡el balance de los últimos tres meses es más que positivo! Como en todos los caminos, hubo momentos de duro trabajo para llegar a los objetivos establecidos, acompañados de otros muy relajantes en los que compartir una cena, una excursión o un abrazo con el equipo que es familia.