Iniciamos 2019 con la efervescencia informativa de los datos de llegadas en 2018 en patera a las costas españolas son contundentes. Desde 2006 no ha habido tantas llegadas como hasta ahora y las cifras lo relatan así, 55,621 es el número de personas llegadas el año pasado por vía marítima a las costas españolas, (Costas peninsulares, Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla) según datos del Ministerio del Interior.
Nada debate los hechos, y al mismo tiempo, estos datos dejan claro que la luz de los números desmonta cualquier mentira. Mientras los manejemos, podremos poner en contexto la situación que viven las personas que llegan a las costas españolas.
Son así, las cifras que retratan una realidad, y son también la herramienta con la que contamos academia y medios de comunicación para poner en relieve la actualidad migratoria, sin ellos, luchamos contra molinos de viento.
Cambio de estrategia de comunicación
Desde el gobierno ha impuesto a Salvamento Marítimo, dependientes del Ministerio de Fomento, una nueva política de comunicación de la información en redes sociales, por la cual, no se informa de las llegadas ni del número de personas encontradas, como se había hecho hasta el 8 de diciembre de 2018. Dejando así un apagón informativo en redes sociales tan vitales como twitter. La única ONG que lo hacía a la par de Salvamento es Walking Borders y se han quedado solos informando. La soledad no es buena a la hora de informar, aunque peor sería quedarnos a obscuras. No contar con la información en redes sociales es una falta de responsabilidad y compromiso. La sociedad es distinta, se mueve de forma constante y consume información desde estas plataformas. No informar desde estos canales deja lagunas informativas donde no deberían existir en este contexto.
¿Por qué se ha impuesto el hecho de dejar de dar datos.? La explicación de algunos colaboradores cercanos es que se tiene miedo a la crecida de la dialéctica de VOX como partido político. Es el miedo el que hace callar.
Datos migratorios generales anuales
Analizar los datos migratorios globales y anuales no solamente nos ayuda a mostrar que el número de desplazamientos no es masivo, o que vienen en “avalancha” Nos garantiza que las llegadas no son tal escándalo en cuanto a números, que no hay un desenfreno en las cifras y, sobre todo, nos muestra determinadas consecuencias de política exterior y conflictos mundiales que se ven reflejados en esta realidad. No contar con dichos datos nos deja indefensos como sociedad, al alcance de un discurso político variable, dependiendo de las intenciones del partido que intente manipular.
A continuación un gráfico sobre el número de habitantes en España frente al total de llegadas desde 1999 hasta la fecha. ¿Hay invasión? 46,57 millones de españoles frente a 290,049 sumando todas las llegadas a las costas desde 1999.
Número de habitantes en España en 2018 es de 46,57 millones de personas. Sumando el número de llegadas desde 1999 a las costas españolas tenemos 290.049 personas. El gráfico lo dice todo. ¿Nos invaden?
Datos y la NO alarma
Solamente mostrando los datos podremos demostrar teorías, desmontar las mentiras y los mitos que infunden miedo en la sociedad hablando sobre los “otros” que vienen.
Los datos reflejan la verdad. No existió una llamada “crisis de la inmigración” en 2006, no hubo una mal llamada “crisis de los refugiados” en 2015 y no existe una llegada masiva de pateras en 2018, ¿Por qué? Porque reflejan una movilidad del 3% mundial que no se ha movido de su sitio desde hace más de 50 años
A la luz de los datos, la movilidad compone una realidad humana que oscila en su centro. Hay pues, un falso foco, el de la alarma de las llegadas, frente a un verdadero drama, que es el de las muertes de personas en el mediterráneo, abonando así el discurso político.
Informar en detalle es necesario, porque de no hacerlo, la narrativa que algunos partidos políticos elaboran, genera miedo, emociones, sentimientos que se ven reflejados en un discurso que tiene como consecuencia un voto de odio y rechazo al otro. En la legitimidad del racismo.
Salvamento Marítimo está obligado a proporcionar datos. El gobierno debe facilitar esta labor.
Solo de esta forma, los medios de comunicación podrán abordar dar cobertura real a un debate basado en datos. No en imaginarios.
EEUU- Fortalecer el debate
En el espejo de EEUU, donde vemos cómo el mal manejo de los datos puede manipular fácilmente la opinión de una sociedad, una población susceptible al miedo, a los hechos se convierte después en víctima secuestrada.
En la actualidad y después de algún tiempo, la cuestión comienza a cambiar. En palabras de Jordan Bruneau y su opinión sobre el manejo de los datos y la política migratoria en EEUU, ha de ser republicana, deja claro que las elecciones estadounidenses pasadas de noviembre proporcionaron una clara indicación de que la postura estridente de Trump sobre la inmigración no son populares, ignorando las súplicas de los principales republicanos, el presidente hizo el referéndum sobre el tema, prometiendo terminar con la ciudadanía por nacimiento, enviando a los militares a lidiar contrala caravana de solicitantes de asilo y defendiendo la legislación marginal para reducir por la mitad la inmigración. Los republicanos de la Cámara pagaron un alto precio por la táctica del Sr. Trump. Perdieron 40 escaños. Funcionando así la publicación de cifras que contrastan en todo momento con el discurso político oficial, dejando a la sociedad actuar.
Aplicación de políticas públicas
Del debate y de la verdad sobre las cifras, debe surgir la aplicación de políticas públicas y su aplicación debe estar basada en hechos, nunca sobre imaginarios.
El reto es que las políticas públicas estén reforzadas sobre la ciencia, la de los números, la de los datos, no sobre especulaciones. Hoy más que nunca necesitamos la mayor transparencia en los datos, para contar con ellos en el debate.
Para ello necesitamos de las cifras. Como un ejercicio de transparencia y de verdad, como un compromiso con la sociedad que se gobierna.
Cecilia Estrada Villaseñor es doctora en migraciones internacionales y cooperación al desarrollo. Coordinadora de la Cátedra de Refugiados y Migrantes Forzosos (IUEM)