Andrea estuvo trabajando para el JRS a través de la beca de prácticas remuneradas ofrecida por la Cátedra de Refugiados y Migrantes Forzosos y el Instituto Universitario de Estudios sobre Migraciones (IUEM) de la Universidad Comillas con el apoyo de INDITEX para Entreculturas.
Después de estudiar el Máster de Cooperación Internacional, Andrea reconoce: “Yo quería tener una experiencia de trabajo en terreno” por ello postuló para esta beca y fue seleccionada para realizarla. Al inicio de la experiencia estuvo en la capital Yaundé donde realizó una inducción y pudo conocer los proyectos de la organización.
«La acogida fue muy buena, no me sentí perdida, me explicaron todo» comenta.
A su llegada a terreno, muchos fueron los cambios a los que se enfrentó, por ejemplo, la carencia de electricidad y de agua corriente, sobre lo que nos comentó: “Al principio me costó un poco adaptarme, pero luego me acostumbré y ni me acordaba, vivía en las horas del sol levantándome a las 5 y acostándome a las 8.”
Al poco tiempo, realizó un estudio de mercado con una consultora externa para ver los nichos de mercado más rentables y ofrecer formación profesional y prácticas a jóvenes refugiados, en la región de Lom et Djerem, entre Bertoua y Garoua-Boulaï, en especial en el campo de refugiados de Gado Badzere, uno de los más grandes de la región.
“Mi trabajo era más o menos de un 80% de terreno, fue muy interesante, era lo que buscaba, ver como se aplican todos los conocimientos del master. Pude realizar también trabajo de oficina: informes, indicadores, fue interesante poder trabajar en las dos lógicas.” Sobre el tiempo libre, Andrea nos aclara: “Hice dos o tres viajes a una reserva natural, a la playa, me gustaba leer, pasear, tenía unos vecinos a los que les gustaba la música y me iba con ellos a escucharles.”
La experiencia tuvo de todo, incluso enfermó de malaria y volvió a España para recuperarse. A su vuelta estuvo centrada en dos proyectos de género, que apoyaban a mujeres y adolescentes, este programa ofrecía actividades generadoras de ingresos, fabricación de jabón, cursos acelerados de integración a la primaria, cursos de apoyo escolar, actividades artísticas…
Tal y como ella reconoce: “Fue un trabajo intenso, con grandes responsabilidades”. A pesar de ello, según declara: “ha sido una gran experiencia, en la organización había mucho compañerismo, están muy abiertos a las iniciativas que puedas proponer y pusieron muchas facilidades de comunicación, en el transporte, internet y teléfono”.
Al preguntarle si recomendaría su experiencia a otras personas del master, Andrea responde: “Si, hay que ser una persona abierta, e ir preparada, sabiendo lo que te vas a encontrar. Yo era lo que quería, quería ir a terreno. Me ha gustado la oportunidad de trabajar cerca de la gente, desde la antropología me he interesado mucho por conocer su cultura, algo de la lengua, sobre otras organizaciones religiosas y de familia.”
En cuando a su futuro, Andrea declaró: “Tener experiencia en países con mayores complicaciones, te abre más las puertas, las empresas te llaman, me han hecho una oferta para volver a Camerún, aunque ahora no tengo muy claro hacia dónde voy.”
Puedes conocer más sobre su experiencia en las entradas: “De prácticas en Camerún” y “Nueva entrada de Andrea Andreu sobre su experiencia de prácticas en el SJR en Camerún” .
Desde Catedra le agradecemos su visita y que compartiera con nosotros su experiencia y le deseamos lo mejor para el futuro.