¡Hola de nuevo! Soy Noelia, y hoy quiero compartir contigo la segunda entrega de mi experiencia trabajando para el JRS Grecia, en Atenas.
Las cosas han cambiado mucho para nuestros beneficiarios y beneficiarias estos últimos meses. El gobierno griego cerró el pasado diciembre ESTIA, el principal programa de alojamiento para refugiados y solicitantes de asilo. Aquellas personas cuyo procedimiento de asilo aún está en proceso han sido reubicadas en los campos a las afueras de la ciudad. Esta decisión ha condenado a las familias a unas duras condiciones de vida, dejándolas sin hogar en pleno invierno, y minando todos los esfuerzos de integración que habían realizado hasta ahora. Muchas personas han perdido sus empleos, la asistencia de niños y niñas al colegio se ha dificultado enormemente, y todas las familias que se beneficiaban de ayuda y servicios especializados en la capital, no pueden acceder fácilmente a ellos como solían hacer.
En consecuencia, las cosas están cambiando mucho para el equipo y los proyectos. Victoria Square, la plaza que solía ser punto de encuentro de la comunidad migrante en Atenas, está completamente vacía. Magazi está teniendo estos meses menos afluencia, ya que es muy complicado para las familias desplazarse desde los campos. Afortunadamente, otros proyectos como el centro Padre Arrupe no se han visto tan afectados, y casi todos nuestros estudiantes siguen viniendo a clase. En Magistories, también trabajamos con rapidez para adaptarnos a nuestra nueva realidad: hemos empezado a abrir de nuevo clases online para poder llegar a los alumnos y alumnas que ahora están en los campos, y continuar en la medida de lo posible su desarrollo educativo.
Pero sin duda, el mayor cambio lo estamos viviendo en el Woman Day Center: cada día registramos nuevas mujeres en para los servicios de ducha, lavandería y acompañamiento social. Muchas de ellas demandan ayuda para encontrar alojamiento de nuevo en la ciudad, trabajo, comida y productos como pañales o leche de bebé. Este Enero he tenido la oportunidad de trabajar junto con la trabajadora social en el centro (como podéis ver en la imagen), para conocer de cerca las necesidades y ayudar lo máximo posible a cubrir la creciente demanda que estamos teniendo.
Mientras tanto, en la oficina, tratamos de trabajar en paralelo a este entorno cambiante. Trabajamos en las redes de advocacy para hacer eco de este nuevo contexto que tenemos en Atenas, y tratar de sensibilizar a la ciudadanía, pero también a los donantes, para conseguir más financiación y proyectos que aborden estos nuevos retos. Tratamos de comunicar lo mejor posible todas las actividades que hemos realizado, elaborando la memoria de 2022 (que publicaremos próximamente) y tratando de estar activos en RRSS y medios.
Como conclusión, he elegido de nuevo una frase de S. Ignacio de Loyola, porque creo que concentra el aprendizaje más importante que he hecho estos meses. A pesar de estar viviendo un momento de cambio, con situaciones difíciles tanto para el equipo como para las personas que atendemos, lo más importante es mantenernos firmes en lo que hacemos. No cambiar nuestros objetivos, ni nuestros propósitos, pero adaptarnos lo más rápido y lo mejor posible que podamos a este complejo contexto de la migración y el asilo en Grecia.
Noelia del Olmo es alumna en contrato en Prácticas en JRS Grecia con la Cátedra de Refugiados y Migrantes Forzosos.