Aunque los refugiados no paran de llegar a Europa procedentes de zonas de conflicto, la Unión Europea sigue adoptando una posición pasiva ante la situación de grave crisis humanitaria. Esta fue una de las conclusiones a las que se llegaron durante la jornada “Refugiados. Nuevos retos, nuevas políticas”, que organizó el Instituto Universitarios de Estudios sobre Migraciones (IUEM), el Servicio Jesuita a Migrantes (SJM) y la Facultad de Teología. Los expertos en migraciones coincidieron en la necesidad de establecer estrategias para diseñar un sistema de gestión de las fronteras que concilie control migratorio con el respeto a los derechos y libertades individuales y las obligaciones de protección, y en considerar a las políticas europeas como “un fracaso”, ya que se basan en medidas cortoplacistas que se limitan al cierre de fronteras y producen más dinero para mafias, y más sufrimiento para los refugiados.
Gil Arias, ex Director ejecutivo de Frontex, reveló que hubo 1,3 millones de solicitudes de asilo en Europa en 2015, más del doble respecto al año pasado. Alemania recibe, más o menos, la mitad de solicitudes de toda la UE, pero, según su población, Suecia acoge tres veces más que Alemania y 69 veces más que España. Aun así, Arias confirmó que, al ritmo de actual, “se tardarían 333 años para reubicar a todos los refugiados”, a consecuencia de la burocracia europea y de la falta de voluntad de los estados miembros.
Cristina Gortázar, Directora de la Cátedra Jean Monnet de Derecho de Inmigración y Asilo e investigadora del IUEM, también advirtió esta falta de voluntad. La catedrática denunció que solo se hayan reubicado a 331 de los 160.000 refugiados previstos, y definió como “bochornosa” la falta de medios materiales en los hot spots, o puntos de llegada de los solicitantes de refugio.
“Las aportaciones de España no son especialmente “sobresalientes”, dijo Gortázar, y diseccionó algunas cifras de la Comisión Europea. “España: ha aportado 5.940 mantas a Serbia (pero a Serbia le siguen faltando 52.000); 6.000 guantes desechables a Eslovenia (pero le faltan 168.000); a Croacia 3.000 mantas desechables y 6.000 guantes desechables (pero le faltan 100.000), además de 5.000 mantas polares; 100 camillas y 20 sacos de dormir”, enumeró.
Estados rácanos
Cristina Manzanedo, del SJM, resaltó la “falta de voluntad política” en España. De los 17 países que han ofrecido plazas para realojar a los refugiados (unas 4.000 en total), España apenas tiene 50. Además, Manzanedo definió la actual situación como “el mayor reto europeo del siglo XXI” e insistió en la necesidad de acoger e integrar a refugiados en España. “Qué mejor ocasión que ésta para mejorar la calidad del sistema, favorecer la integración y hacer visible a una ciudadanía comprometida y activa que pida a las instituciones que cumplan sus compromisos”, recalcó.
Unos compromisos que la ciudadanía sí ha querido cumplir. En palabras de Pablo Gómez Tavira, Director General de Servicios Sociales e Integración Social de la Consejería de Políticas Sociales y Familia de la Comunidad de Madrid, “la gente nos llamaba queriendo ayudar, pero la solidaridad se ha frustrado por la racanería de los estados”.
La jornada también contó con la participación del Rector de Comillas ICAI-ICADE, Julio L. Martínez, SJ, quien impartió la ponencia “La crisis de los refugiados desde la ética y la espiritualidad”. “La universidad está comprometida con la búsqueda de iniciativas que nos hagan pasar, de la desconfianza y el miedo al extranjero, al respeto. La iglesia trabaja con creyentes y no creyentes para que el inmigrante pase de extranjero a vecino”, dijo. Además, Martínez abogó por un modelo de integración mediterráneo basado en la laicidad positiva. “La laicidad positiva promueve la separación y neutralidad de los estados y las entidades religiosas pero, a su vez, la colaboración entre ambos”.